¿De qué está hecha una caja fuerte?

¿De qué está hecha una caja fuerte?

Al margen de los materiales que sean utilizados para construir una caja fuerte, debemos tener presente que el fin siempre es el mismo. Mantener a salvo objetos de valor y fuera del alcance de terceros. Ya sean joyas, dinero, o documentación.

Las cajas fuertes son compartimentos fabricados a partir de materiales muy resistentes, como el acero, para poder almacenar en su interior objetos de valor. Estas suelen tener una clave, un código o llave específica para que únicamente pueda ser abierta por su propietario.

Además, las cajas fuertes son sometidas a exhaustivos controles de calidad para comprobar y garantizar su eficacia y resistencia ante un ataque. Las cajas fuertes deben contar con una homologación para avalar su nivel de seguridad.

Los materiales utilizados dependen de cada fabricante. Como es de esperar, las cajas fuertes se fabrican a partir de materiales especialmente resistentes y de gran calidad. Normalmente una combinación de varios, como podría ser el acero y el hormigón.

Para la construcción de la estructura lo más habitual es utilizar con materiales especialmente resistentes, como es el caso del acero. También puede ser combinado con otros materiales para aumentar su resistencia. Uno de los materiales más utilizados, además del acero, es el hormigón. La fusión de estos dos materiales convierte a cualquier caja fuerte en una muy resistente, segura, pesada y robusta.

El acero suele constituir la estructura y la base de la caja fuerte. El hormigón se utiliza para aumentar la robustez y grosor de las paredes. Ya sea para resistir a golpes, explosivos, fuego o herramientas cortantes.

Esto convierte a las cajas fuertes en elementos especialmente rígidos, robustos, resistentes, etc. Dependiendo de los materiales utilizados se puede considerar que una caja fuerte pueda utilizarse con uno u otro fin, en función de la resistencia que proporcione.

En ocasiones, algunos fabricantes suelen combinar el aluminio en polvo con el hormigón. Esta fusión recibe el nombre de ‘hormigón celular’. La mezcla de ambos materiales es capaz de deteriorar seriamente herramientas de corte, como por ejemplo radiales, cuando son utilizadas con el objetivo de forzar la caja fuerte.

Las fibras de refuerzo también se suelen utilizar como aditivo con el objetivo de reforzar la robustez de una caja fuerte. Estas aumentan la resistencia del resto de materiales utilizados.

Además, las fibras de refuerzo también aumentan la resistencia al fuego. Aumenta el tiempo que el material es capaz de resistir frente al fuego. También aumentan la resistencia y seguridad ante un ataque con cualquier tipo de herramienta.

El nivel de seguridad de una caja fuerte dependerá del uso que se vaya a hacer de ella. Por tanto, no podrá ser igual una caja fuerte que se utilice para guardar armas de fuego que una caja fuerte que se utilice para guardar documentos.

Aunque, como ya hemos comentado anteriormente, la utilización de unos u otros materiales y la composición exacta suele ser información reservada del fabricante. Esto sirve para protegerse frente a la competencia y para evitar dar posibles pistas a ladrones.

En definitiva, una caja fuerte debe ser diseñada y fabricada con el objetivo de ser lo más resistente y robusta. Su principal finalidad es la de impedir que terceros puedan acceder a su contenido mediante el uso de cualquier método o herramienta.

En el mercado existen infinidad de modelos de cajas fuertes con distintos grados de seguridad. En Prosemur somos especialistas en seguridad y contamos con una amplia variedad de cajas fuertes para cualquier tipo de uso y lugar.

No dudes en ponerte en contacto con nosotros y estaremos encantados de informarte y asesorarte sobre el modelo más adecuado según tus necesidades.

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